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Vivir leyendo: ¿Hay alguien ahí? de Peter Orner

Vivir leyendo: ¿Hay alguien ahí? de Peter Orner

La vida y los libros

Se acaba el mes del libro y quise darle un buen cierre. Me puse a pensar en que últimamente uno de mis tópicos de lectura favoritos es el de los libros que hablan sobre libros, escritores y literatura en general, porque me parecen un viaje en sí mismos.

Terminar un libro y salir con una lista interminable para leer ha sido de las experiencias de lectura más enriquecedoras que he vivido este año porque me ha permitido pensar los libros desde otro lugar, más allá de la ficción.

Desde niña tuve una estrecha relación con la lectura. Con los años el vínculo siguió fortaleciéndose y ahora que trabajo con libros puedo por fin vivir entre ellos. Pero encontrar el espacio para leer por placer se ha hecho cada vez más difícil.

Tengo una idea bien cursi del proceso de lectura. Creo que los libros me han acompañado durante toda la vida y que siempre he podido repensar mis espacios y vivencias en torno a las historias que he encontrado en el camino.

Muchas veces me aventuré en libros sin mayor expectativa y salí abrumada por su profundidad. En tantas otras ocasiones me pasó que tuve que volver a un libro muchos años después porque me pasó algo que me hizo recordar un episodio en particular.

Estaba pensando en esto del vivir haciendo, de la inmediatez, de la vida online y en estar buscando constantemente lecturas para “trabajarlas”, cuando me encontré con ¿Hay alguien ahí? de Peter Orner, editado por Chai cuya traducción al español estuvo a cargo de Damián Trujillo.

Me pasa que no es tan fácil de clasificar, pero me aventuro a decir que es un conjunto de narraciones a modo de ensayos que hablan de la relación que tiene un autor con la lectura y cómo eso se refleja en su propia escritura. Desde ahí se construye una crítica literaria importante, pero lo que tenemos es un conjunto de vivencias, de experiencias humanas como el divorcio y la pérdida del padre cruzadas por la lectura y el estudio de la obra de grandes autores como Virginia Woolf, Franz Kafka y Juan Rulfo.

El limite entre la ficción y la experiencia personal es difusa y se percibe a lo largo de todo el libro. Me sorprende la agilidad del relato y el tono muchas veces humorístico que utiliza para narrar e introducir las obras que analiza, porque podría haber sido una lectura más bien tediosa.

Esta semana estuve pensando en que a veces siento que los libros me hablan y yo les saco fotos para volver a ellos y recordar cómo me sentía en ese momento. Ahora creo que estoy viviendo y los libros viven conmigo en cada experiencia.


Me encontré con esta página y me reí mucho. Quizás los libros me hablan para decirme que no realmente (?).

Un punto que quisiera destacar es que hay en el texto varios momentos donde se interpela al lector y eso fue lo que terminó por encantarme con ¿Hay alguien ahí?, me parece que funciona perfecto el recurso de incluir en el relato a quien está leyendo.

Un libro que me hizo reencontrarme con el proceso de leer, con pensar en disfrutar el viaje, me parece una buena forma de terminar este mes: recomendar un libro que funciona como un homenaje, no solo a la lectura, sino también a quienes leen.


Catalina Pulgar G.
Librera Qué Leo Trapenses
Mediadora de lectura