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Palpando la realidad: Tacto, de Gabriel Josipovici

Palpando la realidad: Tacto, de Gabriel Josipovici

Gabriel Josipovici / Traducción Cristóbal Carrasco
Editorial Roneo / Distribuye Big Sur
Disponible a partir de Junio 2021

Los seres humanos tenemos la capacidad de construir a diario la realidad que habitamos. Es gracias a nuestros sentidos que percibimos los estímulos de todo aquello que nos rodea.

Existe una idea instaurada en nuestra cultura en relación a la vista como el sentido que nos permite percibir el mundo, tanto así que solemos decir “ver para creer”. Sin duda la visión nos permite apreciar lo que tenemos en nuestro rango cercano, pero ¿Es suficiente para abarcar la realidad y establecer qué es lo que existe y que no?

Hace unos días vivimos un momento político trascendental para la historia de Chile, por primera vez tuvimos la posibilidad de participar de forma transversal en un proceso constituyente. Para muchos de nosotros, los que hemos migrado de nuestros lugares de origen, el voto implica volver a casa, hay un peregrinaje que se hace en torno a la fiesta de la democracia. Yo le digo fiesta, porque soy de la generación que se inscribió para sufragar. El votar ha sido siempre importante en mi vida.

Los libros me acompañan a todos lados y en esta corta pero intensa vuelta a casa, necesitaba llevar algún libro que me permitiera la profundidad de la reflexión y la conexión con la realidad. Era el momento para leer algo de no ficción.

Tuve la suerte de recibir Tacto como primicia antes de su publicación oficial. Le pregunté a un amigo que ya había leído trabajos del autor si consideraba que podría ser un libro para llevarlo de viaje y me dijo: “Sí, lee La terapia de la distancia”. Así comencé esta lectura, directo a la página 99 en este apartado que me convenció que definitivamente era el libro que buscaba en esta ocasión.

El inglés Gabriel Josipovici nació en Niza, Francia el año 1940. Este es el segundo libro del autor editado por Roneo, en el 2019 publicaron su colección de ensayos El cantor en la orilla. Tacto fue escrito hace ya 25 años, en él Josipovici explora este sentido, no solo en torno a su relación con la cultura, sino también al rol que juega en las experiencias humanas, tanto individuales, como colectivas.


A través del análisis de tradiciones como el cristianismo y de los procesos creativos de otros grandes escritores como Kafka y Sacks, pasando por la historia del arte, las películas de Chaplin e incluso la memorabilia nazi, Gabriel Josipovici construye un libro que me parece inteligente de principio a fin. El ensayo es un género que he ido explorando en mayor medida este año y creo firmemente que los libros que más me han gustado de este tipo, son aquellos que me permiten reflexiones que puedo traer a mi propia realidad y al mundo que habito.

Tacto me sorprendió porque simplemente jamás me había detenido a pensar en cómo pasamos por el mundo creyendo que lo importante es verlo todo, aquello que veo es lo que existe, así me (nos) enseñaron. Ahora pienso que ver y presenciar un suceso no es lo mismo que atravesarlo, palparlo, vivirlo.

En este mundo lleno de estímulos visuales, que muchas veces dejamos de percibir porque estamos acostumbrados a esos llamados de atención permanentes, ¿No es acaso el tacto el sentido que nos permite completar la experiencia de existir? Si puedo tocar algo no hay duda de que efectivamente existe. A través de este sentido no solo puedo delimitar y categorizar aquello que me rodea, porque cuando tocamos también construimos lo que somos, lo que está al alcance de mi mano y que percibo con el tacto me permite comprender que esto es y esto soy.

Vuelvo al apartado Terapia de la distanciaporque es mi parte favorita del libro. Josipovici ahonda en la tensión entre distancia y proximidad y lo ilustra en torno al peregrinaje y su papel en la Cristiandad. Sin embargo, subyace la idea de que finalmente es la distancia entre aquello que anhelo y el propio límite de mi cuerpo lo que confirma que ese algo existe y que es diferente a lo que soy. Superar la distancia, no es solo atravesar el camino para llegar al punto de encuentro. Superar la distancia es aceptarla, pues se hace tangible, palpable y es por eso que existe.


Me detengo un segundo en el prólogo Tocar y ser tocado de Cristóbal Joannon porque es de una lucidez y belleza tal que le pone alfombra roja al cuerpo del texto. En él el escritor sitúa en el presente las reflexiones de las que seremos parte en Tacto.

La pandemia y la distancia social, el consentimiento y la profundidad de la piel, la posibilidad de establecer nuevas formas de relacionarnos sexo afectivamente como efecto post pandemia estructuran un breve pero muy bien pensado texto introductorio que me puso en el modo exacto en el que quería leer un ensayo: no en las alturas del Olimpo, no en la extrañeza de la teoría, sino en mi propia realidad palpable, en el ahora.


Catalina Pulgar G.
Mediadora de lectura
Librera Qué Leo Trapenses